Barcelona blues

Esa noche no llovía
ni hacía viento
ni siquiera había calles mojadas
ni basureros frenéticos
ni mujeres volviendo del trabajo
con la cara sucia
ni niños llorando en las casas
era una noche de invierno
como cualquier otra
fría como un cubito de hielo
pegajosa de luz eléctrica
una noche pelada y tranquila
donde nada tenía que pasar
donde yo volvía a casa
con ese maldito sentimiento de culpa
que a todas horas te dispara a la cara
con esa presunción de puta barata
que te deja arrinconado
en el callejón sin salida de tus sueños
con esa inquietud que te viola de pronto
mientras remueves el azúcar del café
esa noche no llovía
no
ni hacía viento
ni siquiera los perros ladraban
des de patios oscuros
pero al doblar la esquina
apareciste tú
y esa fue la diferencia.

Artur R.

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