Malditos Gin-tonics

Desde hace tiempo vengo observando con estupor el encumbramiento del gin-tonic hasta tal punto que, realmente, la situación se está volviendo del todo insoportable e insostenible. El problema no es el hecho del gin-tonic per se, el problema es que alrededor de este combinado se ha aglutinado toda la necesidad de estilo y glamur y, casi diría, la necesidad de tener fe en algo, que esta sociedad que ya se acerca a su ocaso nos niega.
   En estos momentos, hasta el más imbécil se hace el chulo pidiendo extravagantes marcas de ginebra, y hasta el más idiota se ha aprendido el padre nuestro:  Bombay Sapphire que estás en los cielos,  Hendrick´sado sea tu nombre, venga a nosotros tu Tanqueray, hágase tu voluntad en la Citadelle como en los cielos… ¿A qué viene eso? Cuando no hace ni un par de años, ese mismo idiota se emborrachaba con Gordons y tónica (sin especificar la marca). Y en vaso de tubo, claro. ¿A qué viene eso repito?  Sin olvidar los complementos. Ahora parece que un Gin Tonic sin pepino, fresas o bayas de golji (que yo lo he visto),  ya no sea digno de ser catado. ¿Dónde han quedado los tiempos del vodka con limón, el ron con coca cola, el mojito, el whisky on the rocks? ¿Qué pasa? ¿Tanto hemos elevado la sensibilidad y el paladar ibéricos? No lo parece, a juzgar por las audiencias televisivas y las ventas de patés enlatados. Lo mejor de todo, es que la religión del New gin-tonic aglutina tanto al garrulo con ínfulas de estilo, como al gafapastas moderno, pasando por la actriz con principios de alcoholemia, el redactor de revista subvencionada, el ejecutivo putero o el músico que no vive de la música. No puede ser, algo no cuadra, ¿no se dan ustedes cuenta?
   En estos tiempos tan oscuros, en donde lo más trascendente a lo que podemos aspirar es a sentirnos cultivados a través del pavoneo, yo tiro la toalla. Aunque quizás debería ser más positivo, quizás nos encontramos, realmente, en la antesala de un cambio de consciencia. Quien sabe si en breve, empezaremos todos a llevar perilla a lo Shakespeare y, espada en el cinto, nos ofenderemos porque el mesonero chino no sabe que cuando le pedimos unas Mona Lisa bravas, le estamos hablando de una variedad excelsa de patata.
   Pensándolo mejor, es muy probable que el problema sea mío y los New gin-tonics estén de rechupete. Seguramente valen también ese suplemento que hace sonreír al camarero, pero yo, es que no puedo con la Ginebra. Es curioso, el otro día, pillé al vuelo una conversación en un bar. Un grupo de chicas que, deduje, hacía tiempo no se reunían, hablaban amistosamente. De pronto una de ellas soltó vehementemente (y con el volumen suficiente para que lo oyera medio bar) que a “una empieza a gustarle el gin-tonic cuando entra en la madurez”. Con esta frase pretendía humillar a su amiga, que decía que no le gustaban, y que tuvo que bajar la mirada avergonzada.

   No pude más, terminé mi Jameson de toda la vida y me largué a la calle.

 
Artur R.

12 comentarios

  1. Hola Artur,

    He entrado en tu blog desde la página de los Gin Tonics y he entrado porque en el mismo link ya pone "malditos Gin Tonics" y me ha picado la curiosidad.
    En parte tienes razón, pero tu falta de respeto hacia las personas que lo tomamos, hace que pierdas toda credibilidad, llamando idiotas, como el insulto más moderado, o la frase "Lo mejor de todo, es que la religión del New Gin Tonic aglutina tanto al garrulo con ínfulas de estilo, como al gafapastas moderno, pasando por la actriz con principios de alcoholemia, el redactor de revista subvencionada, el ejecutivo putero o el músico que no vive de la música"….y todo porque no te gusta la ginebra. Hay varios dichos que deberías poner en práctica…uno es "vive y deja vivir" por ejemplo, pero sobre todo, RESPETO a los gustos de los demás.

  2. Artur, no sé en qué clase de círculo social te mueves, pero si en el tuyo el del Gin Tonic está repleto de pedantes, el problema no es el del CUBATA (no cóctel con pepino y bayas,como tú le llamas haciendo un uso exagerado de palabras adornadas, todo sea dicho,en mi opinión de lectora) sino de la gente que lo toma, tal y como lo explicas. Y me surge una pregunta, ¿la gente que prueba Gin Tonic,no bebe más bebidas alcohólicas? Debo ser un perro verde declarado,como el resto de personas que alguna vez han probado alguno y al fin de semana siguiente les he visto whisky o ron en mano. Toda esa parafernalia que mezclas con el ocaso de la sociedad,etc,etc, no tiene nada que ver con el gusto por una bebida u otra. Si lo miramos así,la Coca-Cola es el paradigma del mundo capitalista y podría atreverme a asegurar,que probarla, la has probado…y quizá lo hagas normalmente. Este post no me parece más que una sarta de palabrería populista,mezclando temas que no tienen nada que ver entre sí para hacer alarde de cierta…''pedantería''. No te gustará mi comentario, pero entiende que al hacerlo público, te arriesgas a tener tanto seguidores como detractores.

  3. Estoy de acuerdo con Carol, solo desde el respeto se puede discrepar. Toda la razón que pudieras tener la pierdes con una descalificación inapropiada solo porque no compartas el gusto por esa bebida. A mi no me gusta la ginebra, pero no por ello descalifico a quien la bebe, discrepo, pero respeto! Un saludo

  4. Lo de poner etiquetas basándose en qué bebida toman es muy inteligente.Deberían llevar ese modus operandi a los juzgados y así hacer juicios justos a cualquier delincuente que se preste, seguro no fallaba tanto el sistema de esa manera.

    (Cartel de neón parpadeante con la palabra SARCASMO, por si acaso no se sobreentiende)

  5. Si, yo debo ser la imbécil madurita (tengo 32 años)que bebe Gin Tonics con sus amigas, para hacerme la más importante, cuando en realidad lo tomo porque me gusta y me refresca….

  6. Parece que el público repele cualquier caricaturización. Acudan al BOE para leer algo pulcro.

  7. me encanta tu estilo "la religión del New Gin Tonic aglutina tanto al garrulo con ínfulas de estilo, como al gafapastas moderno, pasando por la actriz con principios de alcoholemia, el redactor de revista subvencionada, el ejecutivo putero o el músico que no vive de la música" JAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Genial…ahora bien, me gustan mas los Gin Tonics…sorry!

    Me voy a tomar un Hendric's con Fever y pepinillo!

    Salut!

  8. Salut Arthur,
    Me encanta tu estilo, el Jameson, los Gin Tonics, las Guiness, las Estrellas, las actrices subvencionadas con ínfulas de estilo, los gafapastas borrachos, tu entrada "Mujeres", tu mirada, tu malaleche, tu humor, tu talento.
    "Chapeau".

  9. Vaya estupidez de post. Bebo Gordons con tónica Schweppes desde hace mucho tiempo. Según tú, Arthur, sabrías decir mil cosas de mí solo con este dato. Sorprendente. Clichés solo con pedir una bebida en un bar.
    ¿Te molesta que la gente beba lo que quiere? Parece que sí. No me gusta la Bombay Sapphire, ni los gintónics con pepino, pero no cometeré la soberana gilipollez de opinar sobre una persona solo por lo que se echa a la boca a la hora de beber un poco.
    Por cierto, he llegado a este post por el enlace que dejaste en El Mundo Today, no creas que soy de buscar gilipolleces como las que escribes en el Google por ocio.
    Saludos!

  10. Si te molestas en leer el post entero y comentarlo es que debe decir algo que te toca!
    A mi personalmente me ha encantado, chicos, si no tenéis sentido del humor a leer el esquelas!
    Felicidades Artur, geniaaaal!

  11. Hola Arthur,
    Me he quedado boquiabierta con tu escrito, pero más aún con los comentarios!
    Yo como Barman de toda la vida y como Barman que ha aburrido su profesión, en parte por lo que has escrito tu, TE FELICITO!
    Yo, como cliente que toma Gintonic desde hace más de una década, y como cliente que está harta de tener que pasar un cuestionario o una encuesta comercial cada vez que pido mi Gintonic en una barra, también te felicito…Por ese humor, por ese sarcasmo y por esta manera de escribir que ha hecho que mi sonrisa haya permanecido hasta el último punto y final de todos los comentarios sobre este post.

  12. Totalmente de acuerdo oiga. Esto de los gin-tonics es lo último pero todavía nos quedan los pedantes catadores de vino, los expertos micólogos, los que tienen 40 tipos de sal en casa, los ferranesadriá de turno y todos de los hacen de una moda religión. Has dao en el blanco.

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