¿Qué queremos decir cuando decimos que cambiamos de era?

 
Que cambiamos de era lo sabe el panadero, el físico cuántico, el conserje de museo y el conductor del autobús; lo sabe el hombre del gas y hasta la pajillera del cine porno, pero, ¿exactamente qué significa? Voy a tratar de explicarlo de la forma más clara posible.
   Si nos imaginamos una línea que atraviesa la tierra de arriba a abajo -el eje Polar- veremos que está inclinada. Dicha inclinación no es siempre la misma, sino que varía provocando un movimiento de bamboleo que traza un cono cada 25.920 años. Eso es lo mismo que decir que si la línea imaginaria fuera un lápiz y le pusiéramos un papel encima, tardía 25.920 años en completar dicho cono. Estos 25.920 años conforman un año platónico
 
   Pongamos ahora que nosotros estamos en la tierra, cosa que es cierta. ¿Cómo podemos notar este sutil cambio en los grados de inclinación? Pues mirando la posición del sol en el cielo en cualquiera de los dos equinoccios* que se producen al año. Entonces podremos observar que el sol señala siempre la misma constelación (agrupación de estrellas) por un período aproximado de 2.160 años. Después pasa a la siguiente, donde se mantiene 2.160 años más, y así sucesivamente hasta llegar a la constelación número 12 y completar un ciclo entero, para luego volver a empezar. Si multiplicamos 12 por 2.160 tenemos otra vez los 25.920 años que tarda, aproximadamente, el sol en recorrer todas las constelaciones. Esto siempre hablando desde nuestro punto de vista, ya hemos dicho que en realidad el sol está quieto y que lo que varía es el ángulo de la tierra, causando este efecto. Añadamos ahora el hecho de que, cada uno de estos períodos de 2.160 años en los que el sol señala la misma constelación es considerado una Era. ¡Pues ya lo tenemos! Hasta ahora el sol -durante los equinoccios- estaba en la constelación de Piscis y, por tanto, estábamos en la era de Piscis. Ahora entramos en la de Acuario y ahí estaremos durante los próximos 2.160 años.
   Además, se produce otro hecho excepcional. Según los Mayas, cada 25.600 años el sol (y con el todos los planetas del sistema solar) describen una órbita completa. Esos 25.600 años que tarda el ciclo en completarse también se dividen en dos partes de casi 13.000 años cada una: día y noche galácticos. Pues bien, con la llegada de acuario no solo cambiamos de era, además entramos en el período correspondiente al día. Bueno, como mínimo se puede afirmar que somos bastante afortunados de poder vivir un momento histórico como este, ¿no les parece?
   Hasta aquí todo normal, muy bien, cambiamos de era, pues perfecto me dirán. La pregunta «problemática»  y, abróchense los cinturones porque voy a hacerla, es la siguiente: ¿Este cambio tiene alguna implicación más? Supongo que nadie se sorprenderá si digo que sí, ya que del mismo modo que hasta el vendedor de palomitas del cine sabe que entramos en una nueva era, también sabe el señor que me ha cobrado la gasolina esta mañana, que con ella viene un cambio de consciencia. Concretamente, pasamos de Piscis -la dualidad- a Acuario, el fluir. Fluir que debe llevarnos a un cambio de modelo económico que tendrá como consecuencia una cambio social e individual. Si todo va bien pasaremos de vibrar de forma densa a hacerlo de forma más sutil. Hay mucha información sobre el tema y muchas maneras de expresarlo, seguro que encuentran una que tenga sentido para ustedes. La cuestión clave es tener la información.
 
Sello cilíndrico VA-243 ( Berlin Near Eastern Museum)
   Supongo que alguno se preguntará de dónde sale todo esto, es decir, quién definió las características de cada era y el fenómeno en si (que, por cierto, es conocido como precesión de los equinoccios). Los nombres de las constelaciones fueron dados en Mesopotamia, alrededor del 3000 a.c., por la primera civilización conocida, los Sumerios que utilizaron animales conocidos e imaginarios. De estos pasó el conocimiento a los Babilonios, concretamente es al astrónomo Kidenas, al que se le atribuyen las primeras observaciones sobre el desplazamiento del eje de la tierra. De los babilonios a los egipcios, y de los egipcios a los griegos. Hiparco de Nicea, director de la biblioteca de Alejandría recoge toda la tradición y, basándonos en sus observaciones, formula la precesión de los equinoccios prácticamente como la conocemos ahora.

  Si tenemos en cuenta, además, que dicha Civilización Sumeria (de la que procede todo) nos dejó también hace 5.000 años, una representación del sistema solar con los planetas en su correcta proporción e incluyendo Plutón (descubierto por nosotros en 1930), quizás podemos llegar a la conclusión que esas civilizaciones, o bien estaban más avanzadas que la nuestra en algunos aspectos, o contaban con algún tipo de ayuda externa. Yo siempre pienso que, si nos dejaran a un puñado de nosotros en una isla desierta durante 2 o 3 mil años, más que acabar descubriendo que el eje de la tierra está inclinado, acabaríamos a pedradas, y si no miren Supervivientes.  Ustedes podrán creer, o no, el hecho de que cada era tiene unas cualidades distintas y que la entrada de acuario va a traer consigo los cambios descritos anteriormente. En cualquier caso, para mí, está claro que las civilizaciones que fueron el arranque de nuestra cultura y conocimiento sabían más cosas de las que pensamos y tenían un conocimiento mucho más profundo de la realidad del universo. En estos días parece que si no se ha hecho un estudio por la universidad de tal -que diga, por ejemplo, que levantarse de buen humor por la mañana alarga la vida- nada vale. Así que -en mi opinión- aunque algo no les parezca del todo racional, si intuitivamente tiene sentido para ustedes, vayan a por ello.
   ¡Sin más, les deseo de todo corazón un feliz 2012, un buen cambio de Era, un buen día galáctico y que fluyan mucho!

 

Artur  R.

*Se denomina equinoccio al momento del año en que los días tienen una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra. Ocurre dos veces por año: el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre de cada año, épocas en que los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual en ambos hemisferios.

 

 

1 comentario

  1. Me encanta el trozo de Supervivientes! Realmente, no sabríamos que hacer si nos pusieran con pinzas en una isla desierta, a no ser que hubieran la latas del proyecto Dharma, claro!
    Me ha entretenido mucho la lectura, ya que le tema es muy interessante.

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