I love Polaroids
En el año 1999 hice un viaje a la India y el Nepal. En esos días, yo era un paleto de Badalona que había visto muy poco y sabía menos; tenía entonces 24 años. Lo que quiero contaros, queridos amigos, es que, a veces, algunas personas te hacen ver cosas que desconocías y te hacen descubrir que la vida es maravillosa. En esos días tuve la suerte de coincidir en Barcelona con un grupo nuevo de gente, y una fantástica realidad se abrió ante mí. No sé, todos ellos estaban en algunos aspectos unos cuantos pasos más adelante que yo, ya que conocían músicas y libros nuevos para mí, que solo leía teatro. También iban a restaurantes diferentes, leían Vogue Italia, se emborrachaban mucho, hacían jornadas gastronómicas, eran expulsados de karaokes, eran cultos y tenían buen gusto. Ellos eran Los chicos, aunque en el grupo había chicos y chicas.
La persona más importante para mí de ese grupo, y de hecho la que me introdujo a todos los demás, me regaló unas Navidades una cámara Polariod (modelo JoyCam). Yo no entendía muy bien por qué alguien querría hacer fotos de tan baja calidad, pero después de unas pruebas, creo que le cogí el gustillo. ¡Y no tuve mejor idea que llevármela al viaje a la India! Así que allí estaba yo, a miles de kilómetros de casa y rodeado de turistas con cámaras Nikon y objetivos ultrarápidos, con mi camarita de plástico. La verdad es que todo el mundo me preguntaba si era alguna especie de prototipo digital, y era muy embarazoso contarles que no, que era una simple cámara de plástico. El drama era que cada “carrete” solo contenía 10 fotos, y yo solo llevaba 2 carretes. Así que mientras el resto de la gente se dedicaba a hacer cientos y cientos de instantáneas yo tenía que controlarme. Para más inri, la cámara no tenía ninguna manera de bloquear el botón de disparo, así que cada vez que se me activaba por error, era una especie de drama en el cual me disponía a acusar a Dani, mi hermano, de haber sido él. Creo que todavía le debo unas disculpas.



Los colores, el leve desenfoque, este toque "retro", eterno. Genial.
Las dos crias, sus miradas, sus sonrisas… Preciosas.
Gracias